Ayer arranqué la vuelta, a cerrar el ciclo. Subí de Ventimiglia en Italia por la SS20 a Cúneo (Italia), cruzando una parte de Francia en el camino. Esa ruta fue en subida y entre curvas, tan imperdible como las ya relatadas. Desde Cuneo tomé rápidas autopistas hasta Aosta, rodeando Torino. Quería ahorrar energías para hoy Sábado, así llegaba a devolver la moto a las 4pm como máximo.

El día fue de hermoso sol, y llegué temprano en la tarde a Aosta, la posta anterior al cruce de los Alpes por Paso San Bernardo. Hice tareas hogareñas como lavar ropa, caminé por el centro histórico, descansé. Se veía un tormentón a lo lejos, y cuando estuve preparado para subir los 8km de montaña al hotel se largó el tormentón tropical. Cuando aminoró envolví la mochila en bolsas de nylon y subí bajo la lluvia. Ahí noté lo importante que es tener valijita en la moto, no sólo porque está siempre adjunta y no hay que andar haciendo malabares con elásticos, sino también porque no importa si llueve, hay tierra o truenos. Lo mismo con ropa preparada para lluvia. Es mejor no andar en moto si llueve, pero pasa. Para la próxima.

Vista al Valle del Aosta desde el Hotel

Hoy Sábado empecé a subir a la montaña. Está la autopista y túnel, o La Gran Ruta que elegí. Salí temprano y estaba sorprendentemente frío después de la lluvia, entre las sombras de las escarpadas montañas, y mis zapatillas aún mojadas.

Los cruces de cadenas montañosas me son emocionantes. Amo ver esas rutas e imaginar cómo las construyeron, ver los que las usan en todo tipo de vehículos, los caminantes que encuentran caminos para hacer trekking, los paisajes que regala cada metro, el imponente silencio, la sensación de estar uniendo dos mundos.

Paso entre Italia y Suiza San Bernardo

Llegué a Suiza, de Martigny doblé al Este y pasé Sion, y en Gampel doblé hacia el Norte, a subir más montañas! ¿Vieron las maquetas de ferromodelismo? ¿Donde no hay centímetro cuadrado que no sea lindo, o perfecto? Hay pinitos, puentes, túneles, montañas, ciudades, estaciones, castillos, lagos, etc. Todo en cuatro metros cuadrados de maqueta por donde da vueltas un trencito eléctrico. Así siento de estas rutas. No deja de haber estímulo, nunca un desierto (que es interesante a su manera). En cada kilómetro hay cinco cosas hermosas para descansar la mirada o contemplar.

Subida de la ruta 9 a Gampel en Suiza

Esperaba cruzar las últimas montañas del viaje, y me senté a almorzar en una linda hostería antes de un túnel para saborearme con sus vistas. Seguí viaje por la ruta y llegué a Lötschen, que me regaló la siguiente bienvenida, pero que no es de camino a Thun:

Valle de Lötschen

Volví a la hostería y vi que la única manera de cruzar las montañas era por un túnel de 34.5 kilómetros, sólo habilitado para trenes. Subí mi moto al tren y aparecí en Kandersteg, desde donde llegué a la concesionaria en una hora.

Devolví la moto de buen humor, les conté parte del viaje. Ellos se alegraban, me preguntaron cosas específicas del viaje, y me dijeron que que se caiga una moto parada pasa, a iniciantes a experimentados y a todo el mundo, “después de todo tienen sólo dos ruedas!”. También me sorprendí que esta BMW tuviera problemas para distinguir primera de netrual y de segunda, creí que eso pasaba en mi moto por barata. Me explicó que embreagues pequeños y bañados en aceite (los que usan las motos) siempre tienen ese problema. Les dije que ojalá nos encontremos de nuevo, y me ofrecieron para entonces la F800 GS ya que ahora conozco la 650, y la describían como si no hubiera leido sobre esa, ya.

Dejé la “mía” y me fui, y familia capturó bien la mezcla de emociones que sentí: 💔🏆🍻🏁👍.