Hoy busqué la moto. Hasta que no me la dieran no creí que se daría. No estaba completamente seguro de que el negocio era de confianza, no tenía licencia de conducir internacional, no hice esto nunca en la vida. En fin, me dieron la moto, el mecánico me ayudó a atar con elásticos y un pulpo mi mochila a la parte de atrás de la 650 (roja, qué buen color!), y a la vista de todo el concesionario… tiré la moto al piso! No llegué a arrancar el motor! No pude pasar tanta vergüenza. Es que nunca usé la pata de BMW que levanta la rueda de atrás como las Zanellas, sólo las patas laterales. Y saqué esa pata alternativa de manera incorrecta y boom, la nafta empezó a chorrear y la mujer que me atendió no sabía si preocuparse reír o llorar.

Estas cosas pasan. Me avergoncé a morir, pero pasa. Además de la moto me tomó por sorpresa el mayor peso, aunque a esa la esperaba, pero no me preparé bien. Fue un error. Fue bueno que me quitó cualquier vestigio de excesiva confianza que pudiera tener, y que eso es saludable. En fin, levanté la moto, tomaron nota de dos rayones nuevos que le hice antes de arrancarla, y me fui en primera regulando.

Curva de 180º

Suena perfecto. Muy grave, regulando y acelerando en baja se siente casi físicamente. Ya la disfruto de una manera que ya soy consciente de que cuando la devuelva la voy a extrañar como si fuera mía. Es perfecta esta modalidad de moto para este momento mío: tiene un motor con fuerza (es la 650 versión “desinflada”, que me viene bien, sin embargo tiene muy buen torque y anda cómoda en baja como en alta), y eso la hace sentir medio grande. Puedo llevar equipaje, otras personas, puedo acelerar en subidas, puedo andar rápido por autopistas si quiero. Pero a la vez se siente chica: es relativamente liviana, y tiene una posición de manejo erguida y baja. Es fácil de llegar al suelo con las dos piernas a la vez, y eso facilita cualquier pequeña imprecisión que uno puede cometer.

En fin, pasé las primeras dos o tres horas andando lento y acostumbrándome, y ahora ya me siento bastante cómodo. Sé cómo frena, sé pasar cambios sin embreague, sé cómo se siente en el pedalín cuando usa el ABS. Aún no sé cómo dobla de manera precisa, y si llega esta semana será un plus, pero eso lleva tiempo.

Lado Norte de Brienz




Ayer publiqué el plan de viajes. Vi algo así como 300 kilómetros planeados y pensé “en tres horas estoy”. Pensé poco, claro está. La ruta de montaña baja el promedio de velocidad a ~40km/h, y paré en todo mirador para descansar y ejercitar arrancar, frenar y etc en la moto nueva, y para ver el paisaje que no da respiro, porque cambia de un paraíso al otro cada tres kilómetros. En tres horas no había llegado a la mitad de camino, y ya estaba felizmente cansado.

Fui de Thun a Escholzmatt, y luego a Flühli. Estos suizos bautizaron esa ruta “Panoramastrasse”, “la calle panorámica”, y ciertamente lo es pero también me recordó muchísimo a “la ruta de la muerte” que lleva a Coroico desde La Paz, Bolivia. No es tan distinta: muy angosta (no entran dos autos en varias partes), escarpado precipicio a centímetros de la cinta asfáltica, bastante tráfico y paisajes inolvidables. Las diferencias: aquí no se ven derrumbes de barro, la ruta es de pavimento bien mantenido, y hay guardarieles en toda su extensión. Y el nombre también, el de los suizos fue un marketing más inclusivo.

Valle, caseríos y lago

Pasado Brienz y camino a Ringgenberg decidí que ya estaba suficientemente cansado como para rodear el lago y seguir caminos montañosos a Lugano. Hice cuentas y ya llegaba de noche, de día es más seguro así que quiero minimizar los viajes nocturnos. Corté entonces camino, empecé a tomar rutas directas hacia Lugano. Volví sobre mis pasos de Brienz y anduve por rutas más rectas… hasta que subieron de nuevo a la montaña!

Esta fue de las rutas más hermosas que hice en mi vida. Tengo recuerdos grabados a fuego de mis viajes en bici, esta ruta fue comparable al curce de la Cordillera a Chile por el Paso de Agua Negra, en San Juan. Pero con montañas más bajas y escarpadas. Describí el Agua Negra en esos diarios, tengo sueño así que esta vez describo con fotos. También es comparable a los caminos altos que hay por Asturias, en los Pirineos; el paisaje más europeo las asemeja más. Uno de los cortos túneles servía de cauce a un pequeño río de deshielo, romántico.

Nieve, ríos, glaciares, bosques, túneles y ruta

Siento que estoy recorriendo los paisajes más deslumbrantes que conocí, usando el mejor medio de locomoción para conocerlos y sentirlos. Qué bueno que planeé y perseguí este viaje.

Esta fue la ruta 11 a Wasse. Arriba en el abra y por buena parte del trayecto tuve frío. El mecánico me había mostrado un botón raro para mi: el calentador de puños. Lo encendí y me alivió bastante. Las manos es lo primero que se me congela, y pierdo todo el calor por ahí con el viento.

Luego tomé la autopista 2 a Lugano. Esperaba ir por arriba por la ruta de montaña pero había llovido, estaba frío, anocheciendo y cansado. No es una buena combinación. Hubiera dormido en Wassen pero me esperaba familia en Lugano, así que decidí completar el trayecto por autopista. Decido para los próximos días de viaje en que seguiré sólo pasar más tiempo en caminos de montaña y ciudades, y visitar menos cantidad de ciudades. No quiero cansarme físicamente, y disfruto tanto arriba de la moto como en cualquier mirador, o en la mesa de algún café o bar.

Ruta abajo deja ver los túneles y el valle

La autopista 2 corta las montañas por el túnel Gotthard. Tiene 16 kilómetros de largo, y por el medio el aire es caliente. No huele a nafta, pero el aire es caliente. Del frío anterior pasé al calor en el interior (me dio un poco de claustrofobia sentir que no podía parar si quería para tomar aire, porque no hay aire fresco y porque no paran de pasar autos), y luego al frío de afuera otra vez.

Nota sin relación: Suiza es notablemente caro. A mi me parece un oxímoron que la gente diga “cruzo a Alemania porque es más barato”, pero es así. Cualquier cafecito normalmente cuesta alrededor de 4.5 francos, que son como 4.7 dólares, que con propina son 5 dólares. Lo mismo cualquier gaseosa o helado. Un plato normal va por los 15 francos. Mañana cruzo a Italia y me voy a sentir rico. Sensación peligrosa porque voy a terminar gastando lo mismo si no la corrijo!

Empecé a pensar en los precios cuando vi que mi tarjeta pagó más de USD 150 por cargar 6 litros de nafta. Cuando pregunté qué había pasado me dijeron que es sólo un pedido de autorización a la tarjeta que se devuelve. No se asusten, extranjeros en Suiza comprando combustible!

Pasado el túnel la autopista se normalizó, me puse un buzo, continué usando los calentadores de puños, y con menos tráfico y más cómodo en la moto empecé a andar a la velocidad de los autos, o un poco más. Llegué a Lugano de noche. Ya me recibieron las callejuelas que desde el lago suben a la montaña, y varios personajes tanos o latinoamericanos que nos encontramos por estas veredas. Las vistas de Lugano y alrededores esperan a que salga el sol.