Por si no lo notaron aún, estoy categorizando posts personales como “chile”, posts sobre ChefSurfing y StartupChile como “startup-chile”. Son dos temas bastante distintos que comparten espacio, por eso hago el filtrado sencillo.

Estos días normalizamos un poco la rutina. Ajustamos mejor horarios de trabajo a pesar de trámites que aún tenemos que terminar por la mañana, fuimos regularmente a las oficinas, cenamos con la “nueva familia” en casa o en bares cercanos. Muchos emprendedores de generaciones anteriores del programa se quejaban de lo poco productiva que les resultaba la oficina, cosa que a nosotros no nos pasa, de hecho nos sentimos aún más productivos que antes. O hay menos interrupciones y hay más cultura de “interrumpir si te miro”, o sencillamente nos adaptamos y tenemos buenos auriculares. Era gracioso que muchas veces, en medio del “túnel”, nos apagaban la luz pidiéndonos cerrar! Estamos los tres contentos con nuestro paso, pero Clara quiere que vayamos aún más rápido: está por empezar a aprender a programar, y ya nos ayuda tocando archivos de ChefSurfing, ejemplificando uno de los valores de StartupChile: “do it yourself”.

Ordenado el problema del dinero (no más cuenta corriente argentina), hicimos compras, turnamos la cocina con Florian cuando no se salía, estudiaba un poco hasta que el cerebro se apagaba por sueño, y, como nuevo, a hacer deportes en la madrugada y a trabajar.

Hoy a las 8:30 me levanté con una inercia como pocas mañanas, pero en la puerta estaban Nelson y Silvia esperándome para salir a correr. Sigo sorprendido: el encontrarlos me quitó toda la fiaca que traía, la energía desborda. Deben rondar los 40 años, aparentan menos, y, para dar una idea, Silvia corrió el Ultramaratón de North Face de 80km por los cerros, en 6 horas. Le digo “Ironwoman”, y mientras trotábamos por un pasillito de vegetación con vista a una pista de atletismo, a una cancha de polo y a todo Santiago, me contó que por ahí pasó en carrera a las 5am, con toda la ciudad iluminada y durmiendo. Le contestaba emocionado y ella asentía sonriente la emoción: una gran experiencia.

Hoy subimos al Cerro San Cristóbal y bajamos del otro lado, lejos de casa, y después empezamos a subir al siguiente, el Manquehue, al trote. Silvia se veía bien, su entrenamiento es para esto, Nelson venía pistoneando atrás (le cuesta más bajar que subir), y mi corazón se movía en un rango de 130-180 pulsaciones por minuto: en las subida más corta moría, y en todo llano y bajada ganaba tiempo y descanso. “Largo tranco con poca fuerza”, explican los deportistas. Salimos a las 9am, llegamos de vuelta a las 12. Buen día para dedicar a actividades intelectuales, absolutamente quieto!

Los chicos de TomoClases me invitaron a enseñar sobre programación en Ruby. Hoy estuve un buen rato preparándola, voy a enseñar a empaquetar código Ruby y a hablar de Diseño de Software el Sábado por la tarde, en un evento que van a llamar “Learnapalooza”, en MakerSpace, que es ese lugar tan bueno donde arman robots y comparten conocimiento. Además van a hablar de “Medicina del Futuro” por el chico que viene de SingularityU, programación Javascript y Rails para principiantes, cómo hacer cerveza artesanal, entre otras que seguro se van a agregar. Seremos alrededor de 100 personas. Va a estar ESPECTACULAR, y yo ya estoy sintiendo que aprendo mientras preparo mi clase.

Hoy salimos, el Jueves cumple Laura así que también está programada una salida, fuera de eso no hay planes. El Jueves pasado pregunté qué harían el fin de semana, y con cara seria pero jocosos me dijeron que no se planea, que se hace lo que en cada momento surje. Me enseñan filosofía sin palabras, sólo haciendo. La respuesta me dejó tranquilo, sé que la falta de buenas actividades no es problema en esta casa.